En todas las relaciones que podemos tener en la vida existe una misma forma de comunicación: las palabras. Es común que las palabras se utilicen para comunicarnos, para expresar nuestros sentimientos y para demostrarle a la otra persona que tan importante es para nosotros.

Pero el problema comienza cuando las palabras son mayores que los hechos, cuando por ejemplo, tu pareja te dice que te ama y que eres su prioridad pero sus acciones te dicen todo lo contrario: no quiere seguir contigo. Y la verdad es que si, las palabras dicen lo que quieres escuchar, pero las acciones te dicen lo que en realidad es.

Las relaciones y los detalles

Es común ver que en una pareja se prometan muchas cosas, que se exprese mediante palabras una cantidad de sentimientos que recaen en el amor, en la prioridad del otro y el lugar que ocupa en nuestras vidas. Incluso vemos como el compromiso o el matrimonio se lleva a cabo mediante palabras con el fin de prometerse amarse para siempre, sin importar qué, cuándo o dónde.

Pero así como existen palabras y promesas, también están los llamados detalles y las acciones que nos llevan a confirmar que todo lo que nos prometimos, es así. Cuando tu pareja te sorprende con flores rojas porque son tus favoritas y sabes que te ama y que se interesa por tus intereses, cuando se prometen amarse para siempre y tu pareja hace todo lo posible para que no decaiga la relación. Así se unifica la palabra y el hecho.

Las relaciones de solo palabras

Cuando una relación se basa solo en el hecho de las cosas que haremos, las cosas que sentimos y las cosas que nos gustan, sin llegar a concretarlas realmente, sin hacer ese viaje que nos prometimos para que aumente el tiempo juntos y las experiencias vividas, cuando dejamos de sentir que nos queremos pero aún así no decimos "te amo" cada mañana, ahí caemos en una irremediable picada.

Puede ser tóxico

Que tu pareja sea solo palabras y nada de hechos puede ser tan tóxico para ti y para su relación, que como ejemplo tomamos las parejas en las que la mujer es violentada físicamente por su pareja. En ese tipo de "relaciones" bastante disfuncionales, el hombre siempre promete cambiar pero en realidad, nunca lo hace.

Y así como este tipo de ejemplos, hay muchos más, incluso con hombres infieles que prometen no fallarte nunca más pero aún así, aún tienen a otras sin importarle tu integridad ni como te sientas.

Lo primordial es concatenar lo que decimos con los que realmente haremos, no se prometan nada que no se puedan cumplir y construye una relación con tu pareja que se base en acciones más que en simples promesas y palabras vacías.