Cuando comenzamos una relación, es muy común pensar que los gastos son lo principal, que tenerlo todo es lo esencial y que ya después vendrán las otras cosas, pero sin duda, hay algo que no es postergable ni debe dejarse de lado: el amor verdadero, y es que de eso se trata todo, del amor y de la capacidad de ambos para hacerse feliz mutuamente.
En una relación de este siglo donde los gastos y la economía se convierte en lo más esencial, nos encontramos con que una vida de lujos materiales solo es secundaria cuando existe el amor verdadero.
Si, la sociedad tiene ese pensamiento absurdo en el que el hombre debe ser el que provea todo para el hogar, el que mantenga y apoye económicamente en su totalidad todos los gastos del hogar, pero la realidad es otra, la carga puede y debe dividirse, porque solo de esa manera ambos podrán dedicarse tiempo a sí mismos sin sentir la presión y el desgaste.
Dividir la carga y entender que ambos somos un equipo y que podemos ayudarnos es clave, porque creamos una nueva identidad como el equipazo tan increíble que estamos creando, creciendo como pareja y convirtiéndonos en unas personas exitosas, pero felices.
No cabe duda que en mundo de hoy en día, la economía, el dinero y los gastos han tomado gran relevancia, sin embargo, las demostraciones de amor valen mucho más, por lo que es justo y necesario apartarse del trabajo, las ocupaciones y de todo eso que nos satura, para dedicar tiempo a la pareja y al otro, para llenarnos de amor y momentos de felicidad.
¿De que vale una vida llena de lujos si la felicidad no está presente? De nada, por ello, es muy necesario compartir, vivir al máximo la relación y brindarse un tiempo de goce mutuo, todo lo demás es un agregado. Ni los regalos materiales, ni el dinero logra dar tanta felicidad como lo hace tiempo de calidad y amor sincero de parte de esa persona que tanto amas.
Y es que, para disfrutar de ese tiempo de calidad, no se necesita una gran cantidad de dinero porque en la sencillez lograr encontrar todo el amor, en los momentos menos elaborados, ocurren los mejores recuerdos y ese tipo de momentos que estamos seguras de que quedaran para siempre en nuestros corazones. Cocinar juntos algo rico, ver una película en casa o hablar toda una tarde tomando vino en la sala, son momentos inigualables.
Es vital dejarle claro a nuestras parejas que, en la relación, lo más importante es el trabajo en equipo, el apoyo y sobre todo, esas demostraciones de amor que nos reivindican ese amor tan profundo que siente la otra persona por nosotros. Es mágico y sigue siéndolo con o sin lujos.
"Lo importante debe ser expuesto al público en general con cada detalle" Fentigo